Ruta por la provincia de Salamanca: ¿Qué ver en Béjar?

Antes de empezar a recorrer la Sierra de Francia, si venimos desde Salamanca una parada obligada es Béjar. Béjar es una de las ciudades más importantes de la región, por lo que se ha convertido en la principal zona comercial para los pueblos de la Sierra, que vienen a realizar sus compras aquí. Aun así posee un pasado histórico muy relacionado con el Duque de Béjar, de ello perdura monumentos como el palacio Ducal y El Bosque.

¿Cómo llegar a Béjar?

• En coche

Si cogemos el coche desde Madrid, tomaríamos dirección Ávila por la autovía A-6 hasta Collado Villalba. Seguiríamos por la autopista de peaje AP-6 hasta la indicación de Ávila (a la altura de Villacastín) donde enlazaríamos con la AP-51. Sin entrar en la ciudad de Ávila, continuaríamos dirección Plasencia por la  N-110, hasta Piedrahita y Béjar.

Una vez en la ciudad, la mejor zona para aparcar en la zona del parque Municipal, no es una ciudad muy grande así que nos podemos mover andando sin problemas. Si queremos un plano de la zona, tenemos la oficina de turismo detrás del parque junto a la gasolinera.

• En transporte público

Si optamos por el transporte público, CEVESA tiene línea regular de autobuses desde Madrid con parada en Béjar.

¿Qué ver en Béjar?

Un poco de historia

Tiene su origen en la tribu de los vetones. Los romanos la ocuparon en el siglo I a. C., construyendo en sus inmediaciones la Vía de la Plata. Hacia el año 713 se instalan aquí los árabes, construyendo la primitiva alcazaba y amurallaron la localidad.

Bajo el reinado de Alfonso VIII, un 17 de junio, día de Santa Marina, los guerreros cristianos se camuflaron con musgo sorprendiendo a los musulmanes. Tras la victoria se reunieron para celebrar una misa de acción de gracias en un lugar descampado, donde después erigirían una ermita dedicada a Santa Marina. Desde entonces los bejaranos se recubren de musgo (Los hombres de musgo) durante la procesión del Corpus Christi.

Formó parte del señorío del infante Don Alonso de la Cerda en el siglo XIII. Por aquel entonces se fue poniendo en marcha la industria textil local. Luego volvió a formar parte de la corona castellana y a mediados del siglo XV se convirtió en la cabecera de un ducado ligado a la familia López de Zúñiga.

El paso trashumantes entre Burgos y León que pasaba por Béjar, propició que los duques edificaran una fábrica de paños y trajeron desde Flandes a unos maestros para que instruyeran a los bejaranos en las técnicas de aquel país.

Durante la Guerra de la Independencia Béjar fue asolada por las tropas francesas de paso por la villa. Pero no fue menor la destrucción causada por los aliados ingleses y portugueses, que destruyeron las manufacturas textiles de la villa para que no pudieran hacer competencia a las de sus países. Sin embargo la actividad pudo recuperarse, alcanzando su apogeo entre 1850 y 1875.

La Calle Mayor

Empezamos nuestro recorrido por la Plaza de España, de frente entramos a la principal calle comercial de la ciudad. Además de tiendas, tenemos algunos edificios interesantes como este.

Siguiendo la calle encontramos el Teatro Cervantes, inaugurado en 1857, siete años antes que el Calderón de Valladolid. Es uno de los ejemplos de los primeros Teatros españoles del siglo XIX, según el modelo de Coliseo de la época isabelina.

Siguiendo la calle, llegamos a la plaza de La Piedad. En este bello rincón encontramos una casa con una bella fachada, una torre-campanario y el museo Mateo Hernández (en la antigua Iglesia de San Gil). Su obra principalmente son esculturas en forma de animales.

La Plaza Mayor

Seguimos la misma calle hasta llegar a la plaza Mayor. En uno de sus lados encontramos el Ayuntamiento (siglo XVI), que fue la antigua cárcel y alhóndiga.

El edificio más llamativo de la plaza es el palacio Ducal, fue edificado en el siglo XVI por orden de los Zuñiga sobre el antiguo castillo medieval. Del palacio permanece la fachada principal con sendos cubos, uno redondo y el otro poligonal. En la parte superior de las torres encontramos azulejos blancos y azules y escudos.

Por dentro, destaca el Patio Renacentista, con galerías de arcos y columnas semijónicas en dos alas y en ambos pisos, sobre ellas se alternan los escudos de don Francisco de Zúñiga y doña Guiomar de Mendoza.

Y por último en el centro de la plaza tenemos la iglesia del Salvador (siglo XII), fue en principio un templo modesto pues la villa terminaba en el palacio ducal. Más tarde, en el siglo XVI, se amplió y de tal época son las naves y la torre. Lo más antiguo es la cabecera, con el mismo tipo de sillería original.

Lamentablemente el templo fue incendiado en 1936, y se perdieron sus imágenes, esculturas y retablo. Tras su reconstrucción se separa en tres naves.

Ruta de las iglesias

Béjar contó, con diez parroquias: Santiago, San Andrés, Santa María la Mayor, San Pedro, El Salvador, Santo Domingo, San Gil, San Juan, San Nicolás y San Miguel. Todas ellas, excepto Santiago que es del siglo XII, se levantaron en el XIII. Solamente perduran cuatro, las seis restantes han desaparecido.

Tras ver la iglesia del Salvador, por detrás del Palacio Ducal llegamos a la iglesia Santa María la Mayor (siglo XIII), está considerada, históricamente, como la iglesia principal de la ciudad, fue incluso concatedral. Su ábside y Presbiterio son de estilo románico-mudéjar y es la única iglesia de Béjar que cuenta con coro de sillería.

Parece que la calle no termina nunca, por suerte nos encontramos en la zona con más encanto, ya que parece que entremos en un pueblo por el tipo de casas. El camino nos lleva a otra de los templos principales de Béjar, la Iglesia de Santiago (siglo XII) de estilo románico, construido sobre otro visigótico, en lo que fue la Plaza Mayor de la antigua villa de Béjar.

Alberga en su interior el sepulcro plateresco de Doña Juana de Carvajal (1520) procedente de la Iglesia de San Gil y tres tumbas románicas de transición. Tras las obras de restauración se ha convertido en la sede del Museo Sacro de la ciudad.

La Iglesia de San Juan Bautista (siglo XIII), es de una sola nave precedida de un presbiterio y un ábside de tambor. Destaca por la torre que arranca directamente de un peñasco, el ábside románico, su artesonado y el retablo barroco.

No tan antigua como las anteriores, encontramos en la Plaza de España la iglesia Santa María del Pinar, en lo alto del Monte-Mario, se levanta esta bellísima y esbelta iglesia parroquial, construida en el siglo XX.

Destaca por su estilo neorrománico italiano, así como la airosa torre separada del resto, con la que se comunica mediante un pasadizo volado. Toda la construcción es de ladrillo enfoscado. En el interior dispone de tres naves, un amplio coro y un prebisterio con vidrieras policromadas. El templo se construyó a expensas del plectro bejarano Don Emilio Muñoz García en memoria de su hijo muerto en la Guerra Civil.

Ruta de las fábricas textiles

Dejamos las iglesias por ahora, nuestra siguiente parada es el parque de «La Antigua». Aquí veremos una indicación para hacer la ruta de las fábricas textiles, este recorrido discurre por la ribera del Cuerpo de Hombre y nos permite ver las antiguas fábricas textiles de la ciudad. El encanto de esta ruta está en las propias fábricas, muchas de ellas ya abandonadas, y las turbinas hidráulicas que hacían mover las máquinas.

A lo largo del recorrido se pueden ver las siguientes fábricas:

• Antigua Fábrica de Don Luis Izard Muñoz (siglo XIX)
• Fábrica Pablo Farras Faus (1943)
• Antigua Fábrica de Leandro Téllez (siglo XX)
• Fábrica Hilaturas Béjar (siglo XIX)
• Antigua fábrica de La Industrial Bejarana
• Antigua Fábrica de García y Cascón
• El Museo Textil (siglo XVIII)

La ruta está condicionada con barandillas y tiene una longitud total (ida y vuelta) de 4 kilómetros.

Las murallas

De vuelta al parque de «La Antigua» podemos subir a la muralla donde podemos recorrer el tramo más largo que se conserva, donde además de las vistas del entorno, podemos ver varias de las puertas de acceso a la muralla (San Pedro, del Pico y San Antón).

Al final del recorrido de la muralla tendremos unas vistas estupendas de la Sierra de Béjar. También tras bajar de la muralla y subir en dirección a la Plaza Mayor, en el Mirador de Buen Duque tenemos otra de las vistas de la Sierra.

Convento de San Francisco

El Convento de San Francisco (siglo XIII) fue uno de los primeros que los franciscanos levantaron en la comarca. Originalmente tenía adosada una gran iglesia que fue reformada a instancias del Duque de Béjar en la segunda mitad del siglo XVI. Sus restos se conservan en la fachada sur y junto a la entrada al claustro.

Lo mejor conservado es el claustro. Cada lado se compone de siete arcos, ligeramente peraltados en el claustro bajo y rebajados en el alto. Se sostienen en columnas dóricas graníticas de una sola pieza y no escasean los escudos de la orden y de sus benefactores. En el centro lo ocupan una fuente y un magnolio en uno de sus ángulos. Actualmente las salas del convento se utilizan como dependencias municipales, biblioteca municipal, salas de exposiciones, recintos para conferencias y el Museo legado de Valeriano Salas.

>>En los alrededores

Villa Renacentista de El Bosque (a 1 km)

Y ahora sí, cogemos el coche para acercarnos a La Villa Renacentista de El Bosque (siglo XVI) es una villa de recreo ducal diseñada siguiendo las pautas y los cánones del Renacimiento. Fue fundado por Francisco II de Zuñiga y Sotomayor en el año 1567 en el terreno que desde hacía años era un coto de caza de los duques de Béjar.

Paraje de El castañar (a 2 km)

Un kilómetro más tenemos el paraje de El Castañar. En este rincón, encontramos una de las plazas de toros más antiguas de España, toda ella construida en piedra. Su primera construcción data de 1667, tras la concesión del permiso del alcalde Juan de Carpio y Guijón para poder instalar una plaza de maderas enrejadas con el fin de celebrar corridas de toros.

Enfrente tenemos el Santuario de la Virgen del Castañar que Alberga la patrona de Béjar y El Castañar.

Candelario (a 5 km)

Para finalizar podemos acercarnos a Candelario, un precioso pueblo situado en la montaña de Béjar. y una parada obligada para los que se acercan a la Covatilla a esquiar. La Sierra de Béjar de fondo y su particular arquitectura de montaña, le hace uno de esos pueblos bonitos de Salamanca. Podéis saber todo lo que tiene Candelario en el post que escribimos de la villa: Ruta por la provincia de Salamanca: ¿Qué ver en Candelario?

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